Oración
del amigo
Un amigo es alguien que se interesa por todo lo que haces y piensas;
alguien a quien acudes en los buenos y en los malos tiempos; que comprende todo
lo que haces; que te dice la verdad sobre ti mismo, que sabe lo que te ocurre
en todo momento, que se niega a escuchar habladurías sobre ti. Un amigo es una
parte de ti mismo sin la cual no te sientes completo.
Jesús, tú que lloraste por un amigo y le diste vida nueva, ayúdanos a
valorar a nuestros amigos, aceptar sus vidas, respetar sus ideales, perdonar
sus errores, compartir con ellos el dolor y la alegría., a ofrecerles lo mejor
de nosotros. Gracias porque tú estás en ellos y nos acompañas en el vivir
de cada día. Bendícelos con el don de la verdadera paz, cuídalos para que
siempre irradien la luz de tu amor. Amén.
Los amigos son escasos. Los puedes contar con los dedos de la mano y
siempre te sobrarán dedos. Por eso tal vez no tengas muchos, pero los que
tienes siempre serán suficientes para llenar tu alma. Un amigo es como la perla
evangélica que, cuando la encuentras, vas y vendes todo, con tal de poseerla.
Con un buen amigo no hay camino largo…
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
“En aquel tiempo, Jesús, alzando
los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has
dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba
en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha
perdido, salvo el hijo de perdición, para que se cumpliera la Escritura.
»Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas
en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu
Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo.
No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos
no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu
Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado
al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean
santificados en la verdad». (Jn 17,11b-19)
Comentario
Hoy vivimos en un mundo que no sabe cómo ser verdaderamente feliz con la
felicidad de Jesús, un mundo que busca la felicidad de Jesús en todos los
lugares equivocados y de la forma más equivocada posible. Buscar la felicidad
sin Jesús sólo puede conducir a una infelicidad aún más profunda. Fijémonos en
las telenovelas, en las que siempre se trata de alguien con problemas. Estas
series de la TV nos muestran las miserias de una vida sin Dios.
Pero nosotros queremos vivir el día de hoy con la alegría de Jesús. Él
ruega a su Padre en el Evangelio de hoy «y digo estas cosas en el mundo para
que tengan en sí mismos mi alegría colmada» (Jn 17,13). Notemos que Jesús
quiere que en nosotros su alegría sea completa. Desea que nos colmemos de su
alegría. Lo que no significa que no tengamos nuestra cruz, ya que «el mundo los
ha odiado, porque no son del mundo» (Jn 17,14), pero Jesús espera de nosotros
que vivamos con su alegría sin importar lo que el mundo pueda pensar de
nosotros. La alegría de Jesús nos debe impregnar hasta lo más íntimo de nuestro
ser, evitando que el estruendo superficial de un mundo sin Dios pueda
penetrarnos.
Vivamos pues, hoy, con la alegría de Jesús. ¿Cómo podemos conseguir más
y más de esta alegría del Señor Jesús? Obviamente, del propio Jesús. Jesucristo
es el único que puede darnos la verdadera felicidad que falta en el mundo, como
lo testimonian esas citadas series televisivas. Jesús dijo, «si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo
conseguiréis» (Jn 15,7). Dediquemos cada día, por tanto, un poco de nuestro
tiempo a la oración con las palabras de Dios en las Escrituras; alimentémonos y
consumamos las palabras de Jesús en la Sagrada Escritura; dejemos que sean
nuestro alimento, para saciarnos con la su alegría: «Al inicio del ser
cristiano no hay una decisión ética o una gran idea, sino el encuentro con un
acontecimiento, con una Persona, que da a la vida un nuevo horizonte a la vida»
(Benedicto XVI).
Fr. Thomas LANE (Emmitsburg, Maryland, Estados Unidos)
(In: PEQUEÑAS SEMILLITAS)
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