Durante su homilía de este martes en
Casa Santa Marta, el Papa subrayó el gran valor de los misioneros en la
historia de la Iglesia. Francisco dijo que queman su vida por Jesús gracias al
fuego que arde en sus corazones.
El Papa recordó a tantos misioneros que
fueron a hacer el bien sin saber lo que les esperaba y,
por ello, murieron jóvenes.
FRANCISCO
"Es
justo que nos alegremos de tener a estos misioneros. Son verdaderos testigos.
Pienso en cómo fue su último momento. ¿Cómo habrá sido su despedida? Como
Francisco Javier: '¡Lo dejé todo, pero valía la pena!' Se fueron de forma
anónima. Otros son mártires que ofrecieron su vida por el Evangelio. ¡Estos
misioneros son nuestra gloria! ¡Son la gloria de nuestra Iglesia!"
Francisco concluyó con un mensaje
para los jóvenes que no se sienten cómodos con la cultura del consumismo y
del narcisismo. El Papa les pidió fijarse en el ejemplo de vida de los
misioneros.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
«¡Iban como
encadenados por el Espíritu Santo: una vocación! Y cuando, en esos lugares,
vamos a los cementerios y vemos sus lápidas: tantos murieron jóvenes, con menos
de 40 años. Porque no estaban preparados a soportar las enfermedades del lugar.
Dieron su vida siendo jóvenes: ‘quemaron’ su vida. Pienso que, en ese último
instante, lejos de su patria, de su familia, de sus seres queridos, ellos
dijeron: ‘¡Valía la pena, lo que hice!’».
«Nuestros
misioneros, estos héroes de nuestros tiempos. Europa que llenó de misioneros
otros continentes… Se iban sin volver… Me parece justo que demos gracias al
Señor por el testimonio que dieron, son verdaderos testigos. Pienso en cómo fue
el último momento de ellos: ¿cómo habrá sido su despedida? Como Javier: ‘¡Lo
dejé todo, pero valía la pena!’ Se fueron de forma anónima. Mártires,
ofreciendo su vida por el Evangelio. ¡Estos misioneros son nuestra gloria! ¡La
gloria de nuestra Iglesia!».
«Quisiera
decirles a los muchachos y a las muchachas de hoy, que sé que no se sienten
cómodos, que no son tan felices con la cultura del consumismo, del narcisismo…
¡Miren el horizonte! ¡Miren más allá, miren a estos misioneros nuestros! Recen
al Espíritu Santo para que los impulse a ir lejos a ‘quemar’ su vida. Es una
palabra algo dura, pero la vida vale la pena vivirla. Y, para vivirla bien,
‘quemarla’ en el servicio, en el anuncio, e ir adelante. Ésta es la alegría del
anuncio del Evangelio».
(Fuente: Radio Vaticana)
2016-05-10
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