Entre servirse y servir
(RV).- El
cristiano está colocado en una historia de pecado y de gracia, puesto siempre
ante la alternativa de servir o de servirse de los hermanos. Es uno de los
conceptos que expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina
celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Hombre y mujer de historia es el
cristiano
“La historia y el servicio”. En su homilía, el Papa
Bergoglio se detuvo sobre estos “dos rasgos de la identidad del cristiano”.
Y, ante todo, de la historia. San Pablo, San Pedro y los
primeros discípulos “no anunciaban a un Jesús sin historia: ellos anunciaban a
Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar durante
siglos para llegar” a la madurez, “a la plenitud de los tiempos”. Dios entra en
la historia y camina con su pueblo:
“El cristiano es un hombre y una mujer de
historia, porque no pertenece a sí mismo, está integrado en un pueblo, un
pueblo que camina. No se puede pensar en un egoísmo cristiano, no, esto no va.
El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio, es un
hombre, es una mujer espiritual colocado en un pueblo, que tiene una historia
larga y sigue caminando hasta que el Señor vuelva”.
Historia de gracia y de pecado
Es una “historia de gracia, pero también una
historia de pecado”:
“Cuántos pecadores, cuántos crímenes. También
hoy Pablo menciona al Rey David, santo, pero antes de llegar a ser santo fue un
gran pecador. Un gran pecador. Nuestra historia debe asumir a santos y
pecadores. Y mi historia personal, de cada uno, debe asumir nuestro pecado, el
propio pecado y la gracia del Señor que está con nosotros, acompañándonos en el
pecado para perdonar y acompañándonos en la gracia. No hay identidad cristiana
sin historia”.
Servir, no servirse
El segundo rasgo de la identidad cristiana es el
servicio: “Jesús lava los pies a los discípulos invitándonos a hacer como él,
es decir servir:
“La identidad cristiana es el servicio, no el
egoísmo. ‘Pero padre, todos somos egoístas’. ¿Ah sí? Es un pecado, es un hábito
del que debemos desprendernos. Pedir perdón, que el Señor nos convierta.
Estamos llamados al servicio. Ser cristiano no es una apariencia o incluso una
conducta social, no es un poco maquillarse el alma, para que sea un poco más
bella. Ser cristiano es hacer lo que ha hecho Jesús: servir”.
El Papa concluyó su homilía invitando a
plantearnos la siguiente pregunta: “¿En mi corazón qué es lo que más hago? ¿Me
hago servir por los demás, me sirvo de los demás, de la comunidad, de la
parroquia, de mi familia, de mis amigos, o sirvo, estoy al servicio de…?”.
(María Fernanda Bernasconi
- RV).
Wed, 06 May 2015 08:01:00
(camineo.info)
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