"Tenemos esta libertad para juzgar
lo que sucede fuera de nosotros. Pero para juzgar debemos conocer bien lo que
sucede fuera de nosotros. ¿Y cómo se puede hacer esto? ¿Cómo se puede hacer
esto, que la Iglesia llama ‘discernir los signos de los tiempos’? Los tiempos
cambian. Es precisamente de la sabiduría cristiana conocer estos cambios,
conocer los diversos tiempos y conocer los signos de los tiempos. Lo que
significa una cosa y lo que significa otra cosa. Y hacer esto sin miedo, con
libertad”.
"Este es un trabajo que nosotros no
solemos hacer: nos conformamos, nos tranquilizamos con ‘me han dicho, he oído,
la gente dice, he leído…’. Así estamos tranquilos… ¿Pero cuál es la verdad?
¿Cuál es el mensaje que el Señor quiere darme con aquel signo de los tiempos?
Para entender los signos de los tiempos, ante todo es necesario el silencio:
hacer silencio y observar. Y después reflexionar dentro de nosotros. Un
ejemplo: ¿por qué hay tantas guerras ahora? ¿Por qué ha sucedido algo? Y rezar…
Silencio, reflexión y oración. Sólo así podremos comprender los signos de los
tiempos, y qué cosa quiere decirnos Jesús”.
"Los tiempos cambian y nosotros los
cristianos debemos cambiar continuamente. Debemos cambiar firmes en la fe en
Jesucristo, firmes en la verdad del Evangelio. Pero nuestra actitud debe
moverse continuamente según los signos de los tiempos. Somos libres.
Somos libres por el don de la libertad que nos ha dado Jesucristo. Pero nuestro
trabajo es ver qué sucede dentro de nosotros, discernir nuestros sentimientos,
nuestros pensamientos; y ver qué sucede fuera de nosotros y discernir los
signos de los tiempos. Con el silencio, con la reflexión y con la oración ”.
(Fuente, Radio
Vaticana)
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