sexta-feira, 31 de dezembro de 2010

Kiko Argüello: «La batalla sobre la familia es crucial»



Miles de miembros de las comunidades neocatecumenales

participarán el domingo

en la Eucaristía de la plaza de Colón


PORTO SAN GIORGIO (ITALIA)– El iniciador del Camino Neocatecumenal es uno de los principales impulsores del gran encuentro de oración por la familia cristiana que se celebrará el domingo en la plaza de Colón de Madrid.

– «La familia cristiana, esperanza para Europa». ¿Por qué este lema?
–Porque creemos firmemente que es así. Estamos asistiendo a una falta de relevo generacional por la falta de hijos. Según las estadísticas, necesitaríamos 2,11 hijos por familia y Europa tiene 1,5. Dicen los estudiosos que es una situación muy grave. Si la familia es cristiana está abierta a la vida, comprende que tener un hijo no es una cosa arbitraria, sino que es colaborar con Dios en crear un ser humano que vivirá eternamente. Es algo tan serio que el Vaticano II habló de paternidad responsable. Después del Concilio se ha creído por error que esto era tener uno o dos hijos, pero el Pontificio Consejo para la Familia de la Santa Sede ha dicho que no es así. Si los cristianos toman conciencia de su ser cristiano, la familia tendrá los hijos que Dios le dé y serán los futuros médicos, abogados, etc.

– ¿Cómo es la familia cristiana?
– Los cristianos tenemos dentro vida eterna. Por el pecado original, el hombre está como condenado a ofrecerse todo a sí mismo. Sin embargo, dice San Pablo que «Cristo murió por todos los hombres, para que no vivan más para sí mismos». Todo hombre sabe que amar, que ofrecerse al mundo para salvar a los hombres es la verdad y Dios ha enviado a su Hijo para salvarnos de este egoísmo radical. El hombre cristiano es el que no vive más para sí mismo, porque ha recibido de Dios la victoria sobre la muerte y puede amar al enemigo.

– ¿Por qué es importante transmitir la fe a los hijos y cómo lo hace el Camino Neocatecumenal?
–La Iglesia ha dicho que transmitir la fe a las siguientes generaciones es de vida o de muerte. Es muy importante que la familia, padres e hijos, se reúnan y hablen. En el Camino hacemos una celebración en la que los domingos se reúne la familia en torno a una mesa con mantel, una Biblia, una vela en el centro y una cruz. Se lee la Escritura y el padre pregunta a los hijos: «¿esta palabra qué le dice a tu vida?» La palabra viene a ser luz a la historia de cada hijo y al final aparecen todos los problemas que tienen. El padre o la madre entonces les dan una palabra y todos rezan el Padre Nuestro y se dan la paz. Para terminar, cada uno de los hijos recibe la bendición de los padres.

– ¿Cuál es la situación de la familia en Europa?
–Se ha ido destruyendo poco a poco. Por ejemplo, Holanda está llena de matrimonios homosexuales, es como una moda. En Francia el 50% de la población ya no está bautizada. Juan Pablo II habló de la apostasía de Europa. Se ha caído en el error de pensar que todos tienen fe, pero no es así. Es muy importante recuperar la fe, abrir en las parroquias una iniciación cristiana donde dialogar con la gente. Es urgente la nueva evangelización.

– En el encuentro participarán obispos europeos…
– Organizar esto humanamente es difícil, pero lo hacemos por amor a Jesucristo y a la familia. Nos sorprende que los obispos, que están con muchos problemas en sus diócesis, sean capaces de ir a Madrid. Tenemos un único espíritu en la Iglesia y estamos todos de acuerdo en que la batalla sobre la familia es crucial.

–Usted cantará «María, paloma incorrupta». ¿De qué trata?
– El cardenal Rouco me invitó a hacer un disco sobre la Virgen con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. En el disco aparece este canto nuevo. Tomé un texto de San Romano el Meloda, un artista sirio. En Bizancio se reunía con los cristianos en una celebración y les enseñaba arte con los iconos, música y después hacía una homilía dialogada. Terminaba con un himno que tenía estribillos para el pueblo, llamados «kontákia». Uno de ellos dice que la Virgen es la «única paloma incorrupta», el «refugio de las almas débiles» y la «filacteria de la perfecta castidad». Le he puesto música y como es un canto nuevo se lo dedicamos a la familia.


La Misa de las Familias puede apoyarse por SMS
El arzobispado de Madrid ha animado a realizar aportaciones voluntarias mediante mensajes telefónicos (SMS) al número 25514 con la palabra FAMILIA para costear los gastos del evento. El coste del mensaje es 1,42 euros, impuestos incluidos. En la misa del año pasado se recaudaron así 82.000 euros.

30 Diciembre 10 – - Álvaro de Juana

(HOY en IDYANUNCIAD.COM)


quinta-feira, 30 de dezembro de 2010


Kiko Argüello: «Si falta la fe, la familia

cada vez será más dificil»



Laura Danielle ha entrevistado a Kiko Argüello, uno de los iniciadores del Camino Neocatecumenal, con ocasión de la Misa de la Familia, que se celebrará el domingo día 2 en Madrid. Kiko insiste en que «es fácil que un estado que no cree en Dios haga leyes que no favorecen a la familia cristiana» y que Europa se salvará sólo «si las familias vuelven a ser cristianas, se abren a la vida y aceptan los hijos que Dios les dará». ...


(HOYen IDYANUNCIAD.COM)


HOMILIA DO SANTO PADRE BENTO XVI




SOLENIDADE DO NATAL DO SENHOR

Basílica Vaticana
24 de Dezembro de 2010


Amados irmãos e irmãs!

«Tu és meu filho, Eu hoje te gerei» – com estas palavras do Salmo segundo, a Igreja dá início à liturgia da Noite Santa. Ela sabe que esta frase pertencia, originariamente, ao rito da coroação do rei de Israel. O rei, que por si só é um ser humano como os outros homens, torna-se «filho de Deus» por meio do chamamento e entronização na sua função: trata-se de uma espécie de adopção por parte de Deus, uma acta da decisão, pela qual Ele concede a este homem uma nova existência, atraindo-o para o seu próprio ser. De modo ainda mais claro, a leitura tirada do profeta Isaías, que acabámos de ouvir, apresenta o mesmo processo numa situação de tribulação e ameaça para Israel: «Um menino nasceu para nós, um filho nos foi concedido. Tem o poder sobre os ombros» (9, 5). A entronização na função régia é como um novo nascimento. E, precisamente como recém-nascido por decisão pessoal de Deus, como menino proveniente de Deus, o rei constitui uma esperança. O futuro assenta sobre os seus ombros. É o detentor da promessa de paz. Na noite de Belém, esta palavra profética realizou-se de um modo que, no tempo de Isaías, teria ainda sido inimaginável. Sim, agora Aquele sobre cujos ombros está o poder é verdadeiramente um menino. N’Ele aparece a nova realeza que Deus institui no mundo. Este menino nasceu verdadeiramente de Deus. É a Palavra eterna de Deus, que une mutuamente humanidade e divindade. Para este menino, são válidos os títulos de dignidade que lhe atribui o cântico de coroação de Isaías: Conselheiro admirável, Deus forte, Pai para sempre, Príncipe da paz (9, 5). Sim, este rei não precisa de conselheiros pertencentes aos sábios do mundo. Em Si mesmo traz a sapiência e o conselho de Deus. Precisamente na fragilidade de menino que é, Ele é o Deus forte e assim nos mostra, face aos pretensiosos poderes do mundo, a fortaleza própria de Deus.

Na verdade, as palavras do rito da coroação em Israel não passavam de palavras rituais de esperança, que de longe previam um futuro que haveria de ser dado por Deus. Nenhum dos reis, assim homenageados, correspondia à sublimidade de tais palavras. Neles, todas as expressões sobre a filiação de Deus, sobre a entronização na herança dos povos, sobre o domínio das terras distantes (Sal 2, 8) permaneciam apenas presságio de um futuro – como se fossem painéis sinalizadores da esperança, indicações apontando para um futuro que então era ainda inconcebível. Assim o cumprimento da palavra, que tem início na noite de Belém, é ao mesmo tempo imensamente maior e – do ponto de vista do mundo – mais humilde do que a palavra profética deixava intuir. É maior, porque este menino é verdadeiramente Filho de Deus, é verdadeiramente «Deus de Deus, Luz da Luz, gerado, não criado, consubstancial ao Pai». Fica superada a distância infinita entre Deus e o homem. Deus não Se limitou a inclinar o olhar para baixo, como dizem os Salmos; Ele «desceu» verdadeiramente, entrou no mundo, tornou-Se um de nós para nos atrair a todos para Si. Este menino é verdadeiramente o Emanuel, o Deus-connosco. O seu reino estende-se verdadeiramente até aos confins da terra. Na imensidão universal da Sagrada Eucaristia, Ele verdadeiramente instituiu ilhas de paz. Em todo o lado onde ela é celebrada, temos uma ilha de paz, daquela paz que é própria de Deus. Este menino acendeu, nos homens, a luz da bondade e deu-lhes a força para resistir à tirania do poder. Em cada geração, Ele constrói o seu reino a partir de dentro, a partir do coração. Mas é verdade também que «o bastão do opressor» não foi quebrado. Também hoje marcha o calçado ruidoso dos soldados e temos ainda incessantemente a «veste manchada de sangue» (Is 9, 3-4). Assim faz parte desta noite o júbilo pela proximidade de Deus. Damos graças porque Deus, como menino, Se confia às nossas mãos, por assim dizer mendiga o nosso amor, infunde a sua paz no nosso coração. Mas este júbilo é também uma prece: Senhor, realizai totalmente a vossa promessa. Quebrai o bastão dos opressores. Queimai o calçado ruidoso. Fazei com que o tempo das vestes manchadas de sangue acabe. Realizai a promessa de «uma paz sem fim» (Is 9, 6). Nós Vos agradecemos pela vossa bondade, mas pedimos-Vos também: mostrai a vossa força. Instituí no mundo o domínio da vossa verdade, do vosso amor – o «reino da justiça, do amor e da paz».

«Maria deu à luz o seu filho primogénito» (Lc 2, 7). Com esta frase, São Lucas narra, de modo absolutamente sóbrio, o grande acontecimento que as palavras proféticas, na história de Israel, tinham com antecedência vislumbrado. Lucas designa o menino como «primogénito». Na linguagem que se foi formando na Sagrada Escritura da Antiga Aliança, «primogénito» não significa o primeiro de uma série de outros filhos. A palavra «primogénito» é um título de honra, independentemente do facto se depois se seguem outros irmãs e irmãs ou não. Assim, no Livro do Êxodo, Israel é chamado por Deus «o meu filho primogénito» (Ex 4, 22), exprimindo-se deste modo a sua eleição, a sua dignidade única, o particular amor de Deus Pai. A Igreja nascente sabia que esta palavra ganhara uma nova profundidade em Jesus; que n’Ele estão compendiadas as promessas feitas a Israel. Assim a Carta aos Hebreus chama Jesus «o primogénito» simplesmente para O qualificar, depois das preparações no Antigo Testamento, como o Filho que Deus manda ao mundo (cf. Heb 1, 5-7). O primogénito pertence de maneira especial a Deus, e por isso – como sucede em muitas religiões – devia ser entregue de modo particular a Deus e resgatado com um sacrifício de substituição, como São Lucas narra no episódio da apresentação de Jesus no templo. O primogénito pertence a Deus de modo particular, é por assim dizer destinado ao sacrifício. No sacrifício de Jesus na cruz, realiza-se de uma forma única o destino do primogénito. Em Si mesmo, Jesus oferece a humanidade a Deus, unindo o homem e Deus de uma maneira tal que Deus seja tudo em todos. São Paulo, nas Cartas aos Colossenses e aos Efésios, ampliou e aprofundou a ideia de Jesus como primogénito: Jesus – dizem-nos as referidas Cartas – é o primogénito da criação, o verdadeiro arquétipo segundo o qual Deus formou a criatura-homem. O homem pode ser imagem de Deus, porque Jesus é Deus e Homem, a verdadeira imagem de Deus e do homem. Ele é o primogénito dos mortos: dizem-nos ainda aquelas Cartas. Na Ressurreição, atravessou o muro da morte por todos nós. Abriu ao homem a dimensão da vida eterna na comunhão com Deus. Por fim, é-nos dito: Ele é o primogénito de muitos irmãos. Sim, agora Ele também é o primeiro duma série de irmãos, isto é, o primeiro que inaugura para nós a vida em comunhão com Deus. Cria a verdadeira fraternidade: não a fraternidade, deturpada pelo pecado, de Caim e Abel, de Rómulo e Remo, mas a fraternidade nova na qual somos a própria família de Deus. Esta nova família de Deus começa no momento em que Maria envolve o «primogénito» em faixas e O reclina na manjedoura. Supliquemos-Lhe: Senhor Jesus, Vós que quisestes nascer como o primeiro de muitos irmãos, dai-nos a verdadeira fraternidade. Ajudai-nos a tornarmo-nos semelhantes a Vós. Ajudai-nos a reconhecer no outro que tem necessidade de mim, naqueles que sofrem ou estão abandonados, em todos os homens, o vosso rosto, e a viver, juntamente convosco, como irmãos e irmãs para nos tornarmos uma família, a vossa família.

No fim, o Evangelho de Natal narra-nos que uma multidão de anjos do exército celeste louvava a Deus e dizia: «Glória a Deus nas alturas, e paz na terra aos homens que Ele ama» (Lc 2, 14). A Igreja ampliou, no hino «Glória...», este louvor que os anjos entoaram à vista do acontecimento da Noite Santa, fazendo dele um hino de júbilo sobre a glória de Deus. «Nós Vos damos graças por vossa imensa glória». Nós Vos damos graças pela beleza, pela grandeza, pela tua bondade, que, nesta noite, se tornam visíveis para nós. A manifestação da beleza, do belo, torna-nos felizes sem que devamos interrogar-nos sobre a sua utilidade. A glória de Deus, da qual provém toda a beleza, faz explodir em nós o deslumbramento e a alegria. Quem vislumbra Deus, sente alegria; e, nesta noite, vemos algo da sua luz. Mas a mensagem dos anjos na Noite Santa também fala dos homens: «Paz aos homens que Ele ama». A tradução latina desta frase, que usamos na Liturgia e remonta a São Jerónimo, interpreta diversamente: «Paz aos homens de boa vontade». Precisamente nos últimos decénios, esta expressão «os homens de boa vontade» entrou de modo particular no vocabulário da Igreja. Mas qual é a tradução justa? Devemos ler, juntas, as duas versões; só assim compreendemos rectamente a frase dos anjos. Seria errada uma interpretação que reconhecesse apenas o agir exclusivo de Deus, como se Ele não tivesse chamado o homem a uma resposta livre e amorosa. Mas seria errada também uma resposta moralizante, segundo a qual o homem com a sua boa vontade poder-se-ia, por assim dizer, redimir a si próprio. As duas coisas andam juntas: graça e liberdade; o amor de Deus, que nos precede e sem o qual não O poderemos amar, e a nossa resposta, que Ele espera e até no-la suplica no nascimento do seu Filho. O entrelaçamento de graça e liberdade, o entrelaçamento de apelo e resposta não podemos dividi-lo em partes separadas uma da outra. Ambas estão indivisivelmente entrançadas entre si. Assim esta frase é simultaneamente promessa e apelo. Deus precedeu-nos com o dom do seu Filho. E, sempre de novo e de forma inesperada, Deus nos precede. Não cessa de nos procurar, de nos levantar todas as vezes que o necessitamos. Não abandona a ovelha extraviada no deserto, onde se perdeu. Deus não se deixa confundir pelo nosso pecado. Sempre de novo recomeça connosco. Todavia espera que amemos juntamente com Ele. Ama-nos para que nos seja possível tornarmo-nos pessoas que amam juntamente com Ele e, assim, possa haver paz na terra.

Lucas não disse que os anjos cantaram. Muito sobriamente, escreve que o exército celeste louvava a Deus e dizia: «Glória a Deus nas alturas…» (Lc 2, 13-14). Mas desde sempre os homens souberam que o falar dos anjos é diverso do dos homens; e que, precisamente nesta noite da jubilosa mensagem, tal falar foi um canto no qual brilhou a glória sublime de Deus. Assim, desde o início, este canto dos anjos foi entendido como música vinda de Deus, mais ainda, como convite a unirmo-nos ao canto com o coração em júbilo pelo facto de sermos amados por Deus. Diz Santo Agostinho: Cantare amantis est – cantar é próprio de quem ama. Assim ao longo dos séculos, o canto dos anjos tornou-se sempre de novo um canto de amor e de júbilo, um canto daqueles que amam. Nesta hora, associemo-nos, cheios de gratidão, a este cantar de todos os séculos, que une céu e terra, anjos e homens. Sim, Senhor, nós Vos damos graças por vossa imensa glória. Nós Vos damos graças pelo vosso amor. Fazei que nos tornemos cada vez mais pessoas que amam juntamente convosco e, consequentemente, pessoas de paz. Amen.

(Libreria Editrice Vaticana)


quarta-feira, 29 de dezembro de 2010

El Camino Neocatecumenal en Japón


(HOY en IDYANUNCIAD.COM)



QUE O PRÓXIMO ANO, TRAGA UMA NOVA VIDA ÀS


COMUNIDADES NEOCATECUMENAIS

DO JAPÃO



terça-feira, 28 de dezembro de 2010

Fiesta: Los Santos Inocentes, mártires




Evangelio: Mt 2, 13-18


Amor a los enemigos


De diversos modos explicaba Jesús a sus discípulos y a la gente que sus fieles –los hijos de Dios– vivimos en un mundo hostil. Guardaos bien de los falsos profetas, que se os acercan disfrazados de oveja, pero por dentro son lobos voraces. Nos previene, así, el Señor sobre la realidad de nuestra existencia cotidiana. No para que asiente en nosotros la desconfianza por sistema, sino para que seamos prudentes y organicemos nuestra actividad, sobre todo apostólica, contando con el enemigo de nuestra santificación. El pecado, y su inductor, el diablo, están presentes en la vida de los hombres y temerario sería ignorarlo.

En muchos momentos de su vida pública habla Jesucristo a esta realidad, animando a los hombres a una lucha esforzada, para no sucumbir ante los enemigos de su santificación. Así, por ejemplo, asegura: desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos padece violencia, y los esforzados lo conquistan. Se refiere Nuestro Señor a un verdadero esfuerzo, auténtica violencia propia de quien pretende una conquista, que es imprescindible, pues sin ella no es posible alcanzar el Reino de los Cielos.

Hoy nos presenta la Iglesia, en la fiesta de los santos Inocentes, un acontecimiento histórico, manifestación evidente del pecado y de Satanás. En efecto, el rey Herodes no tiene inconveniente en hacer morir a todos los niños de la comarca de Belén, prentendiendo suprimir de este modo a Jesús, a quien consideraba rival de su trono humano, a partir de su interpretación errónea de las Escrituras. El egoísmo personal y el despreció a Dios y a los hombres, que se manifiestan de modo tan evidente en el pecado de Herodes, de algún modo, están asimismo presentes en todo pecado.

El recuerdo de estos Santos mártires nos hace pensar en tantas otras situaciones de injusticia. También en nuestros días –como en épocas pasadas de la historia humana– hay inocentes que padecen por la arbitrariedad egoísta de algunos poderosos. En ocasiones sufren de modo desproporcionado los que quieren vivir su fe en Jesucristo hasta sus últimas consecuencias. También ahora son condenados a muerte en diversos lugares; en otros padecen prisión; o son privados de sus derechos cívicos; o deben ocultar toda manifestación de fe católica porque, en cuanto Iglesia, son oficialmente perseguidos.

Pocas veces es posible acudir a la legalidad en situaciones de opresión a causa de la fe: son las leyes del lugar las que consienten en la injusticia. Únicamente sería posible, en algún caso, apelar a la justicia y a la fuerza internacional: proceso tremendamente complicado y, casi siempre, fuera del alcance de los injustamente tratados. En todo caso, habrá que agotar todos los medios humanos lícitos, para vivir con libertad como hijos de nuestro Padre del Cielo, aunque finalmente no se pueda lograr. Con mayor motivo hay que poner todos los medios, si cabe, si se trata más bien de una presión negativa tan sólo psicológica, como la aversión a la Iglesia Católica en determinado ambiente profesional, cultural o incluso familiar, pero sin otras consecuencias materiales o sociales importantes. Son situaciones en las que es preciso recordar lo que nos decía el Señor: A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

En todo caso, los malos, enemigos de Dios, nuestros enemigos, existen. Precisamente por ellos –por cada uno de nosotros, que también somos malos– el Hijo de Dios tomó nuestra carne y padecido por nuestra salvación. Su mandamiento es la Caridad: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos y pecadores. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso también los paganos?

¡Que toda injusticia padecida sea, ante todo, ocasión de oración! En efecto, al cristiano debe moverlo la compasión, la misericordia, el perdón, el deseo ardiente de conversión para los que le tratan mal. De modo particular si se manifiesta en ese mal trato oposición a la Iglesia de Dios, como es el caso de tantas situaciones actuales de persecución y discriminación social por causa de la fe. En todo caso, bueno es afianzar la costumbre que suplicar su primero el perdón de Dios, el arrepentimiento y una mejora de vida para aquellos que nos ofenden, en lugar de esa inmediata crítica, tal vez con rencor, que podría ir por delante e imponerse a cualquier otro sentimiento hacia nuestros enemigos.

Madre de misericordia, cantamos a Santa María. Y con su bondad incondicionada nos hace también misericordiosos si se lo pedimos.



(OELDOMINGO)



domingo, 26 de dezembro de 2010

Hoje é o dia do Senhor

Com Jesus, Maria e José




Ainda no clima do Natal...

a liturgia nos apresenta a FAMÍLIA SAGRADA

onde essa criança cresceu e viveu...

como exemplo e modelo para todas as famílias...


As leituras bíblicas fornecem indicações práticas

para nos ajudar a construir famílias felizes, que sejam

espaços de encontro, de partilha, de fraternidade, de amor verdadeiro.


A 1ª Leitura desenvolve e explica o 4o Mandamento.

Apresenta indicações práticas dos filhos para com os pais.

Essa observância é desejada e abençoada por Deus. (Sr 5,2-6.12-14)


A 2ª Leitura mostra o espírito que deve reinar numa família:

"Revesti-vos de sincera misericórdia, bondade, mansidão e paciência,

suportando-vos uns aos outros e perdoando-vos mutuamente..." (Cl 3,12-21)

E acrescenta um recado às Esposas... aos Maridos... aos Filhos... e aos Pais...


O Evangelho nos apresenta a FAMÍLIA SAGRADA,

em três momentos da Infância de Jesus:

Belém... Egito... Nazaré... (Mt 2,13-15.19-23)

Nessas migrações, JESUS é conduzido por Deus e protegido por seus pais...


+ A FAMÍLIA DE NAZARÉ:

É uma família como qualquer família de ontem, de hoje ou de amanhã,

que se defronta com crises, dificuldades e contrariedade, no entanto...


- É uma família é unida e solidária.

Nela existe verdadeiro Amor e solidariedade.

Não hesita enfrentar os perigos do deserto e o desconforto do exílio,

quando um de seus membros corre riscos.

Os problemas de um são problemas de todos.


- É uma família onde se escuta a Palavra de Deus

e onde se aprende a ler os sinais de Deus.

Nessa escuta, consegue soluções para vencer as contrariedades

e descobrir caminhos a percorrer,

para assegurar a vida e o futuro a seus membros.


José aparece como o homem atento às indicações de Deus,

que sabe discernir e acatar a vontade de Deus,

que tudo sacrifica em defesa da vida daquele menino, que Deus lhe confiou.


- É uma família que obedece a Deus

Diante das indicações de Deus, não discute nem argumenta.

No cumprimento obediente aos projetos de Deus,

esta família assegura um futuro de vida, de tranqüilidade e de paz.

+ A Sagrada Família, modelo da família cristã?

Costuma-se dizer que a Sagrada Família é modelo da família cristã,

não tanto em seu contexto sociocultural e histórico, tão distante do nosso,

mas quanto em seus valores fundamentais, especialmente o Amor,

que lhe deram coesão, significado e missão de salvação nos planos de Deus.


+ A Família é uma instituição em mudança ou já superada?

A família é a célula base da Igreja e da sociedade,

mas está passando por uma transformação profunda...

É uma instituição divina, por isso permanente...

Mas o modo de viver em família pode mudar através dos tempos.


- Na Família do Passado, primava a relação vertical:

uma instituição fechada, de cunho patriarcal.

O Pai detinha a autoridade e era responsável pela parte econômica;

A Mãe atendia aos afazeres domésticos e cuidava dos filhos (numerosos);

Os filhos submetidos à autoridade paterna.

= Dava-se muito valor à AUTORIDADE...


- Na Família Atual, primam as relações horizontais dentro da família.

Dá-se preferência ao DIÁLOGO, à co-responsabilidade, à igualdade,

ao companheirismo e à amizade entre marido e esposa, entre pais e filhos.

= Contudo a família sofre hoje muitas influências negativas e

muitos fatores de desagregação...


+ Quais os valores básicos e permanentes na família?


- Comunhão inter-pessoal de Amor e de Vida...

O Amor fiel, único, exclusivo, totalizante e para sempre...

Os Filhos não são vistos como propriedade

ou bens adquiridos para o egoísmo possessivo de seus pais,

mas como vida e prolongamento vital de um amor pessoal,

que educa e orienta para a liberdade responsável.

"A família é a fonte da vida e o berço da fé." (João Paulo II)


- Comunidade aberta aos valores do mundo de hoje:

A solidariedade, a responsabilidade, a fraternidade,

e o compromisso com os direitos humanos...


- Igreja doméstica: Só assim a família cristã testemunhará

a fé, a esperança e a caridade.

Uma igreja doméstica que contribui para a santificação do mundo,

a partir de dentro, à maneira de fermento.


E a Nossa família, como vai?

(À moda antiga ou atual?)


Pe. Antônio Geraldo Dalla Costa - 26.12.2010

DIA A SAGRADA FAMÍLIA





Senhor, que vieste ao meu coração,

enche-o de humildade, simplicidade e louvor,

como o fizeste com a Família de Nazaré.



sábado, 25 de dezembro de 2010

HOJE É DIA DE NATAL: JESUS NASCEU!

GLÓRIA A DEUS NAS ALTURAS

E PAZ AOS HOMENS DA TERRA.





(O meu Menino)


Perguntou o Anjo: "Quem vistes, pastores?
Quem apareceu na terra?

Vimos um recém-nascido e coros de Anjos louvando o Senhor.

Então o Anjo disse aos pastores:
Anuncio-vos uma grande alegria: Hoje nasceu o salvador do mundo.
Aleluia.

HOJE NASCEU PARA NÓS UM MENINO:

SERÁ CHAMADO DEUS FORTE.

ALELUIA."



(Presépio da Sé)


É NATAL!

GLÓRIA, GLÓRIA, ALELUIA!

DESEJO-TE UM ALEGRE DIA VIVIDO NA PAZ DO SENHOR.




sexta-feira, 24 de dezembro de 2010

Día 24 Vigilia de la Natividad del Señor



Evangelio: Mt 1, 1-25 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahá...


Ya hemos ponderado en diversas ocasiones, haciendo nuestra meditación con el Señor, la figura inigualable de José, el esposo de María, que hoy se nos presenta. Él es para siempre modelo de completa disponibilidad a los planes de Dios impulsado por su fe. Se puede afirmar que Dios, Señor nuestro, eligió también a un hombre ideal, así como eligió a la Santísima Virgen. La Providencia de Dios está siempre a favor de su criatura humana. Creador nuestro y Señor del mundo, dispone de modo amoroso todo a favor de nuestra salvación. Así, en efecto, del mismo modo que pensó en una familia para que naciera Jesús, de la que sería cabeza el Santo Patriarca, ya desde el inicio de la existencia de los hombres, quiso sanar nuestros pecados, y que podamos merecer su gloria.

En estos días aguardamos la celebración del acontecimiento más relevante jamás ocurrido: el nacimiento del Hijo de Dios. La venida al mundo del Verbo encarnado hizo posible nuestra Bienaventuranza eterna, aunque nos habíamos apartado de Dios por el pecado. El nacimiento de Cristo es condición para que podamos ser hijos de Dios. La Navidad, pues, constituye el único centro de la historia humana –en palabras de San Pablo–, la plenitud de los tiempos: cuando envió Dios a su Hijo, nacido de mujer.

Jesucristo nacería, según la divina promesa, de la descendencia de David, rey del Pueblo que Dios había escogido a partir de la descendencia de Abrahán. Así se nos recuerda también hoy en la liturgia, a partir de las palabras que Dios dirigió al rey David por boca del profeta Natán:
Yo seré para Él un Padre, y Él será para mi un Hijo, y no apartaré de Él mi amor, como lo aparté de aquel que fue antes de ti. Yo le estableceré en mi Casa y en mi reino para siempre, y su trono estará firme eternamente. Todo israelita sabía que el Mesías sería un descendente de David. Jose, el esposo de Santa María, lo era, y así lo llamó el ángel del Señor durante el sueño, haciéndole saber el misterio de la concepción virginal de su esposa: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo.

Dios, en su Providencia ordinaria –extraordinaria cuando es preciso– se manifiesta siempre como Padre amoroso de sus hijos los hombres. Nadie como Él pudo prever de modo tan favorable para la humanidad la Redención del pecado. Inmediatamente después de la primera ofensa, promete ya la oportuna reparación, el aplastamiento definitivo de la
serpiente, el diablo tentador. A partir de ese momento, como relata la Biblia, Dios fue preparando a los hombres para la insólita y admirable venida de su Hijo al mundo. El plan amoroso de Dios para con los hombres, se convertía así –con el paso de las generaciones– en una anhelante espera cada vez más inminente. Por eso los judíos contemporáneos de Nuestro Señor estaban en lo cierto pensando que el Mesías estaba a punto de hacerse presente en la historia. No habían entendido, sin embargo, que su reinado sería un reinado de Gracia, de Amor, de Paz. Esperaban –en vano– un rey humano.

La contemplación de la venida del Redentor al mundo, no ya como acontecimiento grandioso y único, cuyo valor somos incapaces de ponderar y agradecer adecuadamente, sino como consumación de un plan primorosamente previsto por el Amor de nuestro Dios hacia el hombre, alienta nuestra confianza en sus cuidados paternales. Desde el principio quería Dios hacernos hijos suyos por la Gracia.
Ahora ha pasado todo –indica san Josemaría comentando la sepultura de Jesús muerto, consumación de la misión de Cristo–. Se ha cumplido la obra de nuestra Redención. Ya somos hijos de Dios, porque Jesús ha muerto por nosotros y su muerte nos ha rescatado.

No debe decaer la confianza nuestra, que Dios Nuestro Padre tiene un empeño pertinaz de por colmarnos de sus dones. Así ha sido y es y será siempre, hasta el fin del mundo, aunque demasiado menudo algunos parecen pensar lo contrario. Renovemos nuestra fe, acudiendo al auxilio divino, y no queramos engañarnos:
mi Reino no es de este mundo, declaró Jesús en el momento supremo. No debemos buscar ante todo el remedio de los males humanos en la solución de unos problemas materiales, como si todo consistiera para el hombre en la organización de un reinado temporal. Por lo demás, flaco servicio nos haría Dios sí resolviera ante todo nuestros problemas materiales, económicos, de salud, etc. Nos ha creado para una vida eterna de amor filial: la que nos ganó Jesucristo con su venida.

A su Madre y Madre nuestra nos encomendamos, para que sepamos esperar con recta ilusión su venida en esta nueva Navidad.


(OELDOMINGO)


HOJE É VÉSPERA DE NATAL

O SENHOR VAI NASCER!

ALEGRA-TE!








MARIA E JOSÉ ESPERARAM

VIGILANTES,

TAL COMO NÓS,


A VINDA DO SALVADOR. E ELE VEIO!


POR ISSO, NÃO DURMAS! VIGIA !


PREPARA AS TUAS LÂMPADAS PARA A SUA CHEGADA


PORQUE ELE VIRÁ HOJE!




BOAS FESTAS DE NATAL.






quinta-feira, 23 de dezembro de 2010

OS SINOS DA MINHA IGREJA

Amanhã, véspera de Natal, vai ser inaugurado na Sé Catedral dos Açores,pelas 23 horas, um carrilhão com dezanove sinos, número que igualmente representa os concelhos dos Açores.

Há algum tempo, a propósito dos novos sinos que vieram substituir os antigos danificados pelo terramoto de 1980, eu escrevi “OS SINOS DA MINHA IGREJA”, que até constituiu uma Catequese para os adolescentes do 5º ano e que partilho hoje contigo:









OS SINOS DA MINHA IGREJA


Os Sinos da minha Igreja quando estão “quietos”, são frios e escuros; silenciosos, espreitam-nos lá do alto da torre. Mas quando repicam…oh…, ficam cheios de luz, de vida, de sentido e…


DESPERTAM

quem está adormecido, apático, sem vontade, proclamando bem alto: “Chegou a hora de nos levantarmos do sono”, “Desperta, desperta, levanta-te, Jerusalém…”.


CHAMAM

este é um Dia importante, “Venham comigo a um lugar sossegado, para descansarem um pouco” . E os sinos insistem: “Vem e vê ” o convívio, a festa; aqui é tudo de graça, entrem …,“Ah! Todos que tendes sede, vinde à água…”.


ANUNCIAM

a Boa Nova de que temos um Pastor que nos conduz e nos ama tanto que até dá a Sua Vida por nós: “Eu sou o bom pastor. Eu dou a minha vida pelas minhas ovelhas …”, e estas boas notícias que “De graça recebestes, de graça dai”.


LOUVAM E BENDIZEM

como? Olha, quem vai a passar? Viva! “Hossana! Bendito o que vem em nome do Senhor…”, Hossana!


ADORAM

o quê? Quem? “Onde está o rei dos Judeus recém-nascido? Vimos a sua estrela…”. Entrai que eu apresento o Menino. Ei-Lo! Eis o Cordeiro de Deus, eis Aquele que tira o pecado do mundo”. Agora, sentai-vos à Mesa: “Tomai e comei, isto é o meu corpo…Bebei todos, …o meu sangue, o sangue da Aliança…” . SIM! Nós te adoramos, Senhor!


SÃO PROFETAS

QUE NOS AJUDAM A CAMINHAR!



segunda-feira, 20 de dezembro de 2010

Francisco Ermelindo Machado Ávila

Era uma vez, o Paizinho...




... e foi assim que terminou, aqui na terra, esta linda história de amor e fidelidade, que continua na Cidade Celeste onde todos "Eles verão a glória do Senhor, o esplendor do nosso Deus." Is 35, 2b.

Alegre Natal

PARA TODOS:
DESEJO UM NATAL
CHEIO DE ALEGRIA E PAZ.
ACEITEMO-NOS, UNS AOS OUTROS,
HOJE E SEMPRE.

GLÓRIA! GLÓRIA. PAZ NA TERRA.



Abraço. Lúcia.

domingo, 19 de dezembro de 2010

Hoje é o dia do Senhor

IV Domingo do Advento



Maria e José


Em nossa preparação para o Natal,

a Liturgia desse 4º Domingo do Advento

nos apresenta duas figuras importantes,

que colaboraram com Deus,

na realização do Plano de Salvação:

MARIA E JOSÉ.


Na 1aLeitura, ISAÍAS anuncia uma Virgem,

que conceberá o "Deus conosco". Is 7,10-14)


O Rei Acaz confia mais no poder do exército dos assírios,

do que na força e na proteção de Deus e sofre um estrondoso fracasso.

Apesar da infidelidade de Acaz, Isaías confirma a fidelidade de Deus

e revela um sinal de esperança:

"Uma Virgem conceberá e dará à luz um filho (Ezequias),

e lhe porá o nome de EMANUEL, que quer dizer Deus-Conosco".


- O filho de Acaz, concebido de uma virgem,

foi um bom rei, consolidou a dinastia de Davi e

se tornou sinal da presença de Deus no meio do povo.

Mas criou-se a expectativa de um outro rei, um filho de Davi,

que cumprisse plenamente a profecia e fosse realmente "Deus conosco".

- Desde o início da era cristã, os cristãos viram

na figura dessa "virgem" a imagem de Maria, mãe de Jesus;

e no "Emanuel" o próprio Jesus, o verdadeiro "Deus-conosco".


A 2ª Leitura, Paulo lembra que Jesus é a boa-nova de Deus

há tempos anunciada pelos profetas, nas Sagradas Escrituras,

mas judeu de nascimento, da família de Davi. (Rm 1,1-7)


No Evangelho, vemos a plena realização da promessa:

Jesus é a "Deus-conosco" que vem ao encontro dos homens

para lhes apresentar uma proposta de Salvação.

Ele nascerá de MARIA, esposa de um homem bom, justo e honrado

chamado JOSÉ, descendente de Davi. (Mt 1,18-24)


A narrativa da situação de Maria e José não deve ser vista

como uma descrição de fatos históricos,

mas uma CATEQUESE sobre Jesus


- Jesus vem de Deus: sua origem é divina.

Maria encontra-se grávida por obra do Espírito Santo.


- Missão de Jesus: o nome "Jesus" significa "Javé salva".

Ele mostra que vem de Deus com uma proposta de salvação.




- O seu Nascimento de uma "Virgem" afirma

que Jesus é o Messias anunciado pelos profetas,

enviado por Deus para restaurar o reino de Davi.


- José desempenha um papel importante:

Pela sua obediência silenciosa, realizam-se os Planos de Deus.

Confiando na palavra de Deus, penetra na obscuridade do Mistério divino,

e se incorpora, com plena disponibilidade, no plano salvador de Deus.


- A Virgem Maria nos convida a admirar o que o Senhor operou nela

e a acreditar na vitória da vida onde nós só enxergamos sinais de morte.


* No Natal, Deus vem ao encontro dos homens para oferecer a Salvação.

Esse encontro só será possível se tivermos o coração disponível

para o acolher e para abraçar a sua proposta.


+ O Evangelho nos apresenta DOIS MODELOS de disponibilidade:

duas pessoas que tiveram dúvidas sérias sobre o Plano de Deus,

mas plenamente disponíveis na realização desse Plano.


- MARIA está sempre atenta aos apelos de Deus e

responde com um "sim" generoso de total disponibilidade...

Esse "sim" torna possível a presença salvadora de Deus no mundo.


* Sou capaz de dizer "sim" todos os dias,

de forma que, através de mim,

Deus possa nascer no mundo e salvar os homens?


- JOSÉ é um homem a quem Deus envolve nos seus planos misteriosos,

mas que tudo aceita, numa obediência total a Deus.


* Sou capaz de acolher os projetos às vezes misteriosos de Deus,

com a mesma disponibilidade de José, em obediência total a Deus?


+ Somos convidados a preparar o Natal desse ano,

com MARIA e JOSÉ...


- Se, como Maria e José,

acolhermos a mensagem de Deus,

acreditando nela, superando o medo e a dúvida...


- Se, como Maria e José,

nos deixarmos engravidar pelo Espírito do Senhor,

emprestando nosso ser, nosso corpo e nossa mente,

nosso espírito e nosso tempo, nossa fragilidade e nossa força,

para que Deus atue em nós...


 toda nossa vida será um NATAL PERENE,

um contínuo DEUS-CONOSCO...



Pe. Antônio Geraldo Dalla Costa- 19.12.2010



sábado, 18 de dezembro de 2010

O MISTÉRIO DO NATAL

Tarde entre amigos

Hoje passei uma tarde diferente: reuni em casa os meus amigos do 6º ano de Catequese para falarmos do Natal e nos conhecermos mais um pouco.

Cada um trouxe uma figurinha do Presépio, feita em casa com a ajuda dos pais: o Menino Jesus, Maria de Nazaré, José, a estrelinha, o anjo, o pastor, a ovelhinha, a vaca e o burrico – nove figuras para nove adolescentes.

Fomos construindo o nosso Presépio, falando cada um da importância da sua figurinha. Foi muito bonito descobrirem muitos coisas sobre o mistério do Presépio. Alguns dizem que vão enviar uma “composição” sobre esta tarde...





Depois lanchámos e passámos à sala onde ofereci a cada um o Menino deitado numa conchinha decorada por mim com muito amor.





Entreguei igualmente um mini-cartaz com o presépio para colocarmos todos à janela, como testemunho de que somos católicos e queremos seguir Jesus: é esta a nossa “campanha” de Natal.

O resto da tarde foi uma revelação: descobri grandes talentos em entretenimento! Declamaram, teatralizaram textos que haviam feito na Escola, cantaram... Foi muito engraçado vê-los a conviverem uns com os outros, descontraídos e alegres.

Estavam assim, cumpridos os objectivos a que me propus com este encontro.





sexta-feira, 17 de dezembro de 2010

RIR FAZ BEM



ALUNOS... INTELIGENTES (!?)


Professor: O que devo fazer para repartir 11 batatas por 7 pessoas?

Aluno: Purê de batata, senhor professor!

( Faz sentido!)


Professor:- Joaquim, diga o presente do indicativo do verbo caminhar.

Aluno:- Eu caminho... tu caminhas.... ele caminha....

Professor:- Mais depressa!

Aluno:- Nós corremos, vós correis, eles correm!

(E não é verdade?)

Professor: "Chovia" que tempo é?

Aluno: É tempo muito mau, senhor professor.

(alguma dúvida?)

Professor: Quantos corações nós temos?

Aluno: Dois, senhor professor.

Professor: Dois!?

Aluno: Sim, o meu e o seu!

(a lógica explica...certinho!)

Dois alunos chegam tarde à escola e justificam-se:

- O 1º Aluno diz: Acordei tarde, senhor professor! Sonhei que fui à Polinésia e a viagem demorou muito.

- O 2º Aluno diz: E eu fui esperá-lo no aeroporto!

(fisicaquanticamente falando quem discute??? está certo!)

Professor: Pode dizer-me o nome de cinco coisas que contenham leite?

Aluno: Sim, senhor professor. Um queijo e quatro vacas..

(diga-me onde é que ele errou?)


Um aluno de Direito a fazer um exame oral: O que é uma fraude?

Responde o aluno: É o que o Sr.. Professor está a fazer.

O professor muito indignado: Ora essa, explique-se...

Diz o aluno:Segundo o Código Penal comete fraude todo aquele que se aproveita da ignorância do outro para o prejudicar!

(E então... na lógica...)


PROFESSORA: Maria, aponte no mapa onde fica a América do Norte..

MARIA: Aqui está.

PROFESSORA: Correto. Agora turma, quem descobriu a América?

TURMA: A Maria.

(Enviado pela Lúcia)


quinta-feira, 16 de dezembro de 2010

QUE TEMPORAL!




Os Açores está desde ontem, “debaixo” de um enorme temporal!
Chuva intensa
e um vento leste FORTE (50/65 km/h) com rajadas até 80 km/h.

Só se vê pelas ruas ramos, folhas e guarda-chuvas partidos.

O mar ALTEROSO, que parece querer galgar a terra.
As ondas de nordeste são de 6 metros; chegam a cobrir os portos e alagar as ruas.


A temperatura da água do mar é de 17ºC, mesmo assim ninguém se atreve ...
Aqui em Angra do Heroísmo a temperatura é boa: está a máxima nos 18ºC.

Parece que vamos na proa de um navio!!!


Como sempre, depois da tempestade, vem a bonança!


TEM UM BOM DIA!

POBRES DOS NOSSOS RICOS

A maior desgraça de uma nação pobre é que em vez de produzir riqueza, produz ricos. 
 


Mas ricos sem riqueza.

Na realidade, melhor seria chamá-los não de ricos mas de endinheirados.

Rico é quem possui meios de produção.

Rico é quem gera dinheiro e dá emprego.

Endinheirado é quem simplesmente tem dinheiro, ou que pensa que tem. Porque, na realidade, o dinheiro é que o tem a ele.


A verdade é esta: são demasiados pobres os nossos "ricos". 

Aquilo que têm, não detêm. 

Pior: aquilo que exibem como seu, é propriedade de outros. 

É produto de roubo e de negociatas.



Não podem, porém, estes nossos endinheirados usufruir em tranquilidade de tudo quanto roubaram. 

Vivem na obsessão de poderem ser roubados. 

Necessitavam de forças policiais à altura.

Mas forças policiais à altura acabariam por lançá-los a eles próprios na cadeia. 

Necessitavam de uma ordem social em que houvesse poucas razões para a criminalidade.

Mas se eles enriqueceram foi graças a essa mesma desordem ...



Mia Couto - Poeta Moçambicano

(Enviado pela Ivone)




Mensagem natalícia dos Bispos de Portugal



Mensagem natalícia pede resgate de valores e princípios éticos fundamentais

ROMA, terça-feira, 7 de dezembro de 2010 (ZENIT.org) – Os bispos de Portugal convidam os católicos, neste tempo de Natal, a assumirem sua corresponsabilidade na superação da crise que atinge o país e o mundo.

Em uma mensagem coletiva enviada nesta terça-feira aos fiéis, os bispos afirmam que este Natal ocorre “em circunstâncias dramáticas para muitas pessoas e famílias de Portugal”.

“O Natal de Jesus Cristo, Deus feito homem, tem de celebrar-se em comunhão, afetiva e efetiva, com a vida dos homens e mulheres do nosso tempo”, destaca o texto.

Segundo o episcopado, na base das causas financeiras e econômicas da atual crise “figura o menosprezo de valores e de princípios éticos fundamentais”.

Os prelados advertem dos “poderosos interesses incontroláveis”, da “falta de coragem e verdade governativas”, dos “exagerados interesses individuais”, da “competitividade desumana e sem limites”, da “cultura e a prática das desigualdades sociais”, da “rejeição da sobriedade e da poupança”, entre outras causas da crise.

Nesse sentido, a proposta dos bispos é pela “corresponsabilidade na esperança”, um “desafio que nos interpela em cada dia”.

“Sem deixar de apontar a singular responsabilidade dos governantes e dos que possuem cargos públicos, todos somos corresponsáveis, em maior ou menor grau, pelas causas da crise e pela sua superação”, afirmam.

De acordo com os prelados, na corresponsabilidade assumida “constrói-se a esperança e abrem-se caminhos mais gratificantes às gerações futuras”.

“Mesmo que, pela nossa situação ou momento histórico em que vivemos não houvesse motivo para esperar, somos instantemente convidados à esperança.”

“Todos os cidadãos e suas instituições, empresas e outras organizações são sujeitos ativos e destinatários da corresponsabilidade – prossegue o texto –; e esta configura-se mais justa se tiver a pessoa humana no centro das suas motivações.”

Os bispos indicam que, a partir do âmbito local, promova-se o conhecimento de todas as situações de carência, a procura das respectivas soluções e a integração deste esforço numa estratégia nacional de desenvolvimento humano justo e solidário.

“Estamos convictos de que será através do diálogo, da negociação e da concertação que os diferentes interesses e pontos de vista procederão ao esclarecimento e à procura de soluções comuns”, afirmam.

De acordo com os prelados, “a gravidade da situação atual, em determinados casos, não permite adiamentos. Torna-se urgente redescobrir o verdadeiro e concreto significado da caridade cristã numa variedade de propostas e intervenções imediatas de proximidade”.

“Só suscitando e promovendo um novo ‘estilo de vida’ não dominado pela pressão consumista mas orientado pela sobriedade, será possível partilhar, em termos institucionais e pessoais, respondendo a situações gravíssimas de pobreza envergonhada”, afirmam.

Os bispos consideram que o tempo de Natal convida ao anúncio da corresponsabilidade “de todos e cada um para uma nova consciência do bem comum como força e coragem para a promoção da dignidade humana de todos os Portugueses”.

“Celebrar o Natal é reviver a confiança que Deus põe na pessoa humana, em solidariedade total, sem fronteiras entre o céu e a terra. Festejar o Natal de Cristo é fortalecer e dar futuro à esperança na sociedade, nas famílias, nos locais de trabalho, no coração de cada homem e mulher”, escrevem os bispos.

(Alexandre Ribeiro)