«Dios
te ama aunque seas un canalla y un mentiroso», dice Kiko Argüello a todos los
«hechos polvo»
Sun, 30 Dec 2012 20:48:00
Una de
las novedades de esta edición del Día de la Familia en Madrid (la sexta ya) fue
la predicación expresamente kerigmática de Kiko Argüello, iniciador
del Camino Neocatecumenal, ante la enorme multitud de muchos miles
de personas reunidas en la Plaza de Colón de la capital española.
Kiko inició su intervención alabando a Dios, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y cantando su canción "Yo vengo a reunir", basada en las palabras del profeta Isaías. Señaló las banderas "de los hermanos que hay aquí de Polonia, de Croacia, de Bosnia y de Francia", cumpliendo así lo que el canto anuncia: "vendrán de las naciones y verán mi Gloria, dice el Señor".
Kiko cantó con mejor voz y más ánimo que en años anteriores, entusiasmado por poder predicar el kerigma, el anuncio de la salvación de Dios. Se movía por el escenario "para entrar en calor", decía a la multitud que soportaba con humor y buen ánimo las gélidas temperaturas y el cielo gris.
Predicaba sin papeles a partir de una idea de Benedicto XVI: que la crisis de la familia es una consecuencia de la crisis de la fe. La conclusión es clara: para ayudar a las familias, hay que fortalecer la fe.
"Cristo murió por todos, para que ya no vivan más para sí. Pasó lo viejo, todo es nuevo, Cristo nos ha confiado el ministerio de la reconciliación, ¡reconciliaos con Dios!", exhortó, siguiendo las cartas de San Pablo.
La gratuidad del amor de Cristo
"Cristo ha dado la vida para que todos recibamos la vida inmortal, la vida eterna. Cristo es Dios, y el amor de Cristo es lo que mantiene el universo. Dios quiere que vivamos en esa verdad, en Cristo Crucificado. Dios quiere darnos gratis ese amor", insistió.
"Para ayudar a las familias hemos de reforzar su fe, y la fe viene por el oído, ¡escuchad!", pedía con vehemencia.
El Kerigma
El kerigma es el anuncio de que Cristo nos salva del pecado y de la muerte, y Kiko quiso explicarlo desde el principio mismo: Eva, la Serpiente y el pecado original.
Según explicó, Eva ya conocía el bien, y la Serpiente le tentó ofreciéndole conocer también el mal. "Serás como Dios, conocerás el bien y el mal, seréis sabios, es falso que vayáis a morir si coméis del Árbol del Bien y del Mal", decía la Serpiente, que como Kiko insistió, era un ángel caído.
"La serpiente mentía, porque después de comer del árbol el hombre empezó a morir, y hoy muere. Es el pecado original. Y a consecuencia de eso, hoy el hombre vive sólo para sí mismo. Kierkegaard habla de la muerte óntica, de la muerte de nuestro ser profundo", continuó Kiko.
La vida como obra de teatro
Aunque no mencionó a Calderón de la Barca, Kiko planteó una interesante analogía con "El Teatro del Mundo" del gran dramaturgo. Comparó la vida con una obra de teatro, donde Dios, el director, da a cada uno un rol, un papel, una identidad. "Pero, si Dios no existe, ¿yo qué soy? Si no hay director en la obra, ¡no tengo personaje, no tengo papel! Y así va el mundo: divorcios, adulterios, fornicaciones, en la TV, en las películas, con el divorcio exprés, las guerras, los abortos, drogas, asesinatos, las barbaridades de Auschwitz hace pocos años... porque el hombre ha rechazado a Dios".
Frente a eso planteó otra mujer y otro ángel: el arcángel San Gabriel y María. "Él le da la buena noticia, ella la acepta, y entonces el Espíritu Santo gesta a Cristo en ellla". De igual forma, dijo, quien escucha la buena noticia, el kerigma, y le dice sí, verá como el Espíritu Santo gestará a Cristo en su interior.
"Yo hablo, tú escuchas, y no me importa si me atacan. Yo anuncio que Cristo se ha entregado y ha muerto por ti y por mí para que recibamos el perdón de los pecados y la vida eterna", resumió, yendo por fin al meollo del asunto.
El anuncio de la Buena Nueva
"Dios te ama aunque seas un canalla y un mentiroso. Dios ha enviado a su hijo para salvarte por su Resurrección, porque Cristo ha resucitado. Así que si estás perdido, hecho polvo, si ahora aceptas a Cristo y su inmolación por ti puedes recibir ya, ahora mismo, el perdón de los pecados. Y esto es lo que anunciaremos en Misión Madrid, por ejemplo, porque Dios ha querido salvar al mundo a través de este anuncio".
Kiko admitió que la gente suele vivir distraída y "con los oídos tapados", por lo que pide actos de "un amor nuevo que les haga que abran los oídos".
"Con la Nueva Evangelización no estamos contra nadie, sino que el Señor nos llama para ayudar a todos los hombres. Y así la muerte ya no es triste, los funerales cristianos son una fiesta, es el Dies Natalis, el día del nacimiento a una nueva vida y el cementerio es donde se duerme esperando la Segunda Venida", concluyó.
Kiko también explicó que "todo esto del kerigma lo cuento en un librito que he publicado hace poco" (El kerigma en las barracas con los pobres, Ed. BuenasLetras).
A continuación, la orquesta del Camino Neocatecumenal interpretó dos piezas de su sinfonía sobre el sufrimiento de los inocentes: "La espada" (sobre el dolor que como una espada atraviesa a María al pie de la Cruz) y "Resurrexit", una celebración enérgica de la Resurrección.
Pablo J. Ginés / ReL
Kiko inició su intervención alabando a Dios, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y cantando su canción "Yo vengo a reunir", basada en las palabras del profeta Isaías. Señaló las banderas "de los hermanos que hay aquí de Polonia, de Croacia, de Bosnia y de Francia", cumpliendo así lo que el canto anuncia: "vendrán de las naciones y verán mi Gloria, dice el Señor".
Kiko cantó con mejor voz y más ánimo que en años anteriores, entusiasmado por poder predicar el kerigma, el anuncio de la salvación de Dios. Se movía por el escenario "para entrar en calor", decía a la multitud que soportaba con humor y buen ánimo las gélidas temperaturas y el cielo gris.
Predicaba sin papeles a partir de una idea de Benedicto XVI: que la crisis de la familia es una consecuencia de la crisis de la fe. La conclusión es clara: para ayudar a las familias, hay que fortalecer la fe.
"Cristo murió por todos, para que ya no vivan más para sí. Pasó lo viejo, todo es nuevo, Cristo nos ha confiado el ministerio de la reconciliación, ¡reconciliaos con Dios!", exhortó, siguiendo las cartas de San Pablo.
La gratuidad del amor de Cristo
"Cristo ha dado la vida para que todos recibamos la vida inmortal, la vida eterna. Cristo es Dios, y el amor de Cristo es lo que mantiene el universo. Dios quiere que vivamos en esa verdad, en Cristo Crucificado. Dios quiere darnos gratis ese amor", insistió.
"Para ayudar a las familias hemos de reforzar su fe, y la fe viene por el oído, ¡escuchad!", pedía con vehemencia.
El Kerigma
El kerigma es el anuncio de que Cristo nos salva del pecado y de la muerte, y Kiko quiso explicarlo desde el principio mismo: Eva, la Serpiente y el pecado original.
Según explicó, Eva ya conocía el bien, y la Serpiente le tentó ofreciéndole conocer también el mal. "Serás como Dios, conocerás el bien y el mal, seréis sabios, es falso que vayáis a morir si coméis del Árbol del Bien y del Mal", decía la Serpiente, que como Kiko insistió, era un ángel caído.
"La serpiente mentía, porque después de comer del árbol el hombre empezó a morir, y hoy muere. Es el pecado original. Y a consecuencia de eso, hoy el hombre vive sólo para sí mismo. Kierkegaard habla de la muerte óntica, de la muerte de nuestro ser profundo", continuó Kiko.
La vida como obra de teatro
Aunque no mencionó a Calderón de la Barca, Kiko planteó una interesante analogía con "El Teatro del Mundo" del gran dramaturgo. Comparó la vida con una obra de teatro, donde Dios, el director, da a cada uno un rol, un papel, una identidad. "Pero, si Dios no existe, ¿yo qué soy? Si no hay director en la obra, ¡no tengo personaje, no tengo papel! Y así va el mundo: divorcios, adulterios, fornicaciones, en la TV, en las películas, con el divorcio exprés, las guerras, los abortos, drogas, asesinatos, las barbaridades de Auschwitz hace pocos años... porque el hombre ha rechazado a Dios".
Frente a eso planteó otra mujer y otro ángel: el arcángel San Gabriel y María. "Él le da la buena noticia, ella la acepta, y entonces el Espíritu Santo gesta a Cristo en ellla". De igual forma, dijo, quien escucha la buena noticia, el kerigma, y le dice sí, verá como el Espíritu Santo gestará a Cristo en su interior.
"Yo hablo, tú escuchas, y no me importa si me atacan. Yo anuncio que Cristo se ha entregado y ha muerto por ti y por mí para que recibamos el perdón de los pecados y la vida eterna", resumió, yendo por fin al meollo del asunto.
El anuncio de la Buena Nueva
"Dios te ama aunque seas un canalla y un mentiroso. Dios ha enviado a su hijo para salvarte por su Resurrección, porque Cristo ha resucitado. Así que si estás perdido, hecho polvo, si ahora aceptas a Cristo y su inmolación por ti puedes recibir ya, ahora mismo, el perdón de los pecados. Y esto es lo que anunciaremos en Misión Madrid, por ejemplo, porque Dios ha querido salvar al mundo a través de este anuncio".
Kiko admitió que la gente suele vivir distraída y "con los oídos tapados", por lo que pide actos de "un amor nuevo que les haga que abran los oídos".
"Con la Nueva Evangelización no estamos contra nadie, sino que el Señor nos llama para ayudar a todos los hombres. Y así la muerte ya no es triste, los funerales cristianos son una fiesta, es el Dies Natalis, el día del nacimiento a una nueva vida y el cementerio es donde se duerme esperando la Segunda Venida", concluyó.
Kiko también explicó que "todo esto del kerigma lo cuento en un librito que he publicado hace poco" (El kerigma en las barracas con los pobres, Ed. BuenasLetras).
A continuación, la orquesta del Camino Neocatecumenal interpretó dos piezas de su sinfonía sobre el sufrimiento de los inocentes: "La espada" (sobre el dolor que como una espada atraviesa a María al pie de la Cruz) y "Resurrexit", una celebración enérgica de la Resurrección.
Pablo J. Ginés / ReL
(Camineo.info)
30.12.2012
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