El Papa centró su catequesis de la Audiencia
General en la confesión. Ante unas 20.000 personas en la plaza de
San Pedro, Francisco pidió a los católicos que se acerquen a este
sacramento.
Francisco describió la confesión
como un don que cura el corazón y el pensamiento. Añadió que a veces la
pereza, vergüenza o la pérdida del sentido del pecado hacen que se olvide su
importancia.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA
Queridos hermanos y hermanas:
La catequesis de hoy está centrada en el
sacramento de la Reconciliación. Este sacramento brota directamente del
Misterio Pascual. Jesús Resucitado se apareció a sus apóstoles y les dijo:
«Reciban el Espíritu Santo, a quienes perdonen los pecados, les quedarán
perdonados». Así pues, el perdón de los pecados no es fruto de nuestro esfuerzo
personal, sino un regalo, don del Espíritu Santo que nos purifica con la
misericordia y la gracia del Padre.
La Confesión, que se realiza de forma
personal y privada, no debe hacernos olvidar su carácter eclesial. En la
comunidad cristiana es donde se hace presente el Espíritu Santo, que renueva
los corazones en el amor de Dios y une a todos los hermanos en un solo corazón,
en Jesucristo. Por eso, no basta pedir perdón al Señor interiormente; es
necesario confesar con humildad los propios pecados ante el sacerdote, que es
nuestro hermano, representa a Dios y a la Iglesia.
El ministerio de la Reconciliación es un
auténtico tesoro, que en ocasiones corremos el peligro de olvidar, por pereza o
por vergüenza, pero sobre todo por haber perdido el sentido del pecado, que en
el fondo es la pérdida del sentido de Dios. En cambio, cuando nos dejamos
reconciliar por Jesús, encontramos la paz verdadera.
2014-02-19
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