...propone examinar conciencia para eliminar la arrogancia
Durante la audiencia general el
Papa ha explicado cómo invocar la misericordia de Dios. "Más
que preguntarnos cuánto rezamos, podemos preguntarnos cómo lo hacemos, o mejor
cómo es nuestro corazón para valorar los pensamientos y sentimientos, y
eliminar toda arrogancia”, ha explicado.
Siguiendo la parábola del fariseo soberbio y el
publicano humilde, ha recordado que este último "arrepentido de sus
pecados, mendiga la misericordia de Dios, recuerda la condición necesaria para
recibir el perdón del Señor y se convierte en imagen del verdadero creyente”.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL
Queridos hermanos y hermanas:
En la parábola del fariseo y el publicano, que suben
al templo para orar, Jesús nos enseña la actitud correcta para invocar la
misericordia del Padre.
El fariseo hace una oración de agradecimiento en la
que se complace de sí mismo por el cumplimiento de la ley, se siente
irreprensible y desprecia a los demás. Su soberbia compromete toda obra buena,
vacía la oración, y lo aleja de Dios y del prójimo.
Nosotros hoy, más que preguntarnos cuánto rezamos,
podemos preguntarnos cómo lo hacemos, o mejor cómo es nuestro corazón para
valorar los pensamientos y sentimientos, y eliminar toda arrogancia.
El publicano ora con humildad, arrepentido de sus
pecados, mendiga la misericordia de Dios. Nos recuerda la condición necesaria
para recibir el perdón del Señor y se convierte en imagen del verdadero
creyente.
La oración del soberbio no alcanza el corazón de Dios,
la oración humilde obtiene su misericordia.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua
española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica.
Que la Virgen María, nuestra Madre, que proclama en el Magnificat la
misericordia del Señor, nos ayude a orar siempre con un corazón semejante al
suyo.
2016-06-01
romereports
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