“Hoy ha llegado la alegría de todos, que absuelve de la primitiva condena. Hoy ha llegado Aquel que está en todas partes, para llenar de júbilo todas las cosas”
(Andrés de Creta, Homilía 111. Exordio de la homilia sobre la Anunciación).
“Este
es el día de una buena nueva de alegría, es la fiesta de
la Virgen; el mundo de aquí abajo se toca con el de ahí arriba;
Adán se renueva y Eva se libra de la primitiva aflicción; el
tabernáculo de nuestra naturaleza humana se convierte en templo
de Dios gracias a la divinizacion de nuestra condición
por El asumida.
Oh misterio. El
modo del advenimiento de Dios nos es desconocido, el modo de la
concepción queda inexpresable. El Angel se hace ministro del
milagro; el seno de la Virgen recibe un Hijo; el Espíritu Santo es
enviado; desde lo alto el Padre expresa su beneplácito, la unión se
realiza por voluntad común; en Él y por medio de Él, henos aquí
salvos; unimos nuestro canto al de Gabriel y cantamos a la Virgen:
Ave llena de gracia, a través de ti llega la salvación, el Cristo
nuestro Dios; la ha tomado nuestra naturaleza y nos ha elevado hasta
él. Ruégale por la salvación de nuestras almas.” ( Doxasticon.
Himno de la víspera de la fiesta)
“Hoy se inicia nuestra salvación y la manifestación del eterno misterio: el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen y Gabriel anuncia la gracia.
Con él decimos a la Madre de Dios: Salve llena de gracia, el Señor es contigo. A ti capitana que por nosotros combates, nosotros, tus siervos, salvados de los peligros, dedicamos el himno de victoria, como canto de agradecimiento, oh Madre de Dios.
Pero tú que posees una fuerza invencible, líbranos de todos los peligros, para que podamos cantarte: Alégrate, oh esposa inviolada” (De los dos himnos de la fiesta: el Apolytikion y Kontakion).
En la Anunciación es donde “ se ha realizado el misterio que sobrepasa todos los limites de la razón humana, la Encarnación de Dios” (Monje Gregorio).
Esta fiesta es “el canto proemial de una alegría indecible” (Andrés de Creta. Homilia 119).
“Hoy se inicia nuestra salvación y la manifestación del eterno misterio: el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen y Gabriel anuncia la gracia.
Con él decimos a la Madre de Dios: Salve llena de gracia, el Señor es contigo. A ti capitana que por nosotros combates, nosotros, tus siervos, salvados de los peligros, dedicamos el himno de victoria, como canto de agradecimiento, oh Madre de Dios.
Pero tú que posees una fuerza invencible, líbranos de todos los peligros, para que podamos cantarte: Alégrate, oh esposa inviolada” (De los dos himnos de la fiesta: el Apolytikion y Kontakion).
En la Anunciación es donde “ se ha realizado el misterio que sobrepasa todos los limites de la razón humana, la Encarnación de Dios” (Monje Gregorio).
Esta fiesta es “el canto proemial de una alegría indecible” (Andrés de Creta. Homilia 119).
(idyanunciad.com)
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