Asia Bibi: ¡Sacadme de aquí!
Martes, 13 de marzo de 2012
Asia Bibi es una mujer casada con 5 hijos, cristiana paquistaní,que hace más de dos años fue condenada a morir en la horca por las autoridades paquistaníes. Se le acusa de haber blasfemado contra Mahoma. Desde entonces permanece cada día en la cárcel sin más consuelo que el que recibe de su familia y con su estado de salud físico y psíquico, cada vez más deteriorado.
El pasado 6 de Marzo tuvo lugar en Madrid la presentación del libro¡Sacadme de aquí! cuya coautora Anne-Isabelle Tollet, reportera de Francia 24 que trabajó como corresponsal permanente en Islamabad desde 2008 hasta 2009, ha podido entrevistar a Asia Bibi, mediante el contacto de su marido, Ashiq, el cual visita a su esposa cada semana en la prisión.
La causa que llevó a Asia Bibi a la cárcel la expresa su autora en las líneas de unas páginas que no dejan de sorprender al lector por su crudeza y realismo: El 14 de julio de 2009, tras varias horas de cosecha en el campo, Asia Bibi tuvo sed, se acercó a un pozo y bebió. En ese momento, una vecina gritó que el agua era de las mujeres musulmanas y la estaba contaminando. El tono de la disputa fue subiendo hasta que surgió una acusación: «¡Blasfemia!». En Pakistán, esa palabra significa la muerte. La suerte de Asia estaba echada. Tras propinarle una brutal paliza, la encarcelaron. Un año después fue condenada a la horca.
El libro relata como era su vida antes de este terrible suceso, mediante el cual nos acerca a la difícil vida que tienen que llevar la minoría cristiana que allí reside: una constante discriminación, trabajos penosos, miedo y numerosas dificultades.
También nos muestra cómo diversas personalidades se han pronunciado en su favor, incluida la secretaria de estado Hillary Clinton, o el Papa Benedicto XVI, sin embargo, fueron el gobernador del Pendjab, Salman Taseer, musulmán, y el ministro de las Minorías, Shahbaz Bhatti, cristiano, los que tras su intento de ayuda, fueron asesinados.
Y no siendo suficiente, se ha puesto precio a su cabeza si finalmente es liberada: muchos fanáticos esperan ese momento para enriquecerse a cambio de su asesinato.
Sorprende ver la resistencia de esta mujer, y el testimonio firme y valiente de su fe en Cristo, pues, tal y como le invitaban, si se hubiera convertido al islam, ahora podría disfrutar de libertad y evitar su condena.
Mientras me quede un solo reflejo para respirar -dice con coraje-, voy a seguir luchando para que Salman Taseer y Shahbaz Bhatti no hayan dado su vida por nada. Quiero que el Gobierno sepa que aunque me encierre en una tumba, continuaré haciendo oir mi voz mientras mi corazón lata”. Y, al final de su desgarrador relato, hace un llamamiento a los lectores: “Han leído mi historia (…) ahora que ustedes me conocen, cuenten lo que me ha pasado a cuantos les rodean. Háganselo saber. Creo que es la única oportunidad que tengo de no morir en el fondo de este calabozo. ¡Les necesito! Sálvenme!”.
(caminayven)
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