Los cantos en la Eucaristía

“El que canta, ora dos veces”

Maria Benedi


CAMINEO.INFO.- Me he decidido a escribir este pequeño trabajo, puesto que muchas veces, la diferencia entre una eucaristía que llega al corazón y otra aburrida, pueden darla los cantos, tanto por su ausencia como por ser inadecuados o excesivos. Mi experiencia en este campo, me ha demostrado que una eucaristía con la liturgia bien cuidada, en comunión con unos cantos elegidos en base a las normas y tiempos litúrgicos, son lo que marcan la diferencia.

Para empezar, es necesario citar algunas ideas sobre Música Sacra. “Como parte integrante de la liturgia solemne, la música sagrada tiende a su mismo fin, el cual consiste en la gloria de Dios yla santificación y edificación de los fieles”.
“La música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia, a saber: la santidad y la bondad de las formas, de donde nace espontáneo otro carácter suyo: la universalidad. Debe de ser santa, y, por lo tanto, excluir todo lo profano y no solo en si misma, sino en el modo con que la interpretan los mismos cantantes” (Motu Propio “Tra le Sollecitudini” de San Pío X, Título I, Art. 1º y 2º).
“El pueblo de espectador debe de pasar a parte activa en el canto litúrgico” (Carta Apostólica “Divini Sanctittaem” de Pío XI, sobre la Música Sagrada) Según esas notas, extraemos algunas conclusiones:

· Los cantos en las eucaristías, no son un accesorio, son parte integrante de ella.

· Como parte integrante, están sujetos a las normas litúrgicas.

· Los cantos deben de estar compuestos como único fin para ser ejecutados en las eucaristías o muestras de culto religioso. Puesto que como indicaba San Agustín “El que canta, ora dos veces”

· Dichos cantos, deben conseguir que la Asamblea, sea parte integrante de la celebración, puesto que aunque el Sacerdote es cabeza visible, concelebra con la Asamblea, cada uno en su papel."

(camineo.info/news)